Los jardines verticales están cada vez más de moda. Son una buena solución para los amantes de las plantas que no disponen de mucho espacio horizontal o quieren probar algo nuevo, y también para los que buscan una manera original y atractiva de cubrir un muro o una pared que no resultan muy agradables a la vista. Si quieres crear tu propio jardín vertical, aquí te proponemos algunas ideas:

Planificación y diseño de un jardín vertical

Antes de empezar hay que tener en cuenta las condiciones de luz, temperatura y humedad del muro donde quieres crear tu jardín vertical. El tipo de plantas que utilices dependerá de la orientación del muro y su exposición a los elementos, y también de si este se encuentra en el exterior o el interior. Después es conveniente estudiar los tipos de plantas que mejor se adapten a estas condiciones y pensar en qué diseño te gustaría que tuviera tu jardín: los jardines verticales te permiten explorar tu creatividad y jugar con distintas combinaciones de flores y plantas.

Hay que tener en cuenta que no todas las especies requieren las mismas condiciones o interactúan bien unas con otras. Haz un esquema con el espacio que tienes y prueba sobre el papel diseños distintos que incluyan las plantas durante y fuera del periodo de floración: de esta forma tendrás una idea más aproximada de cómo puede resultar tu jardín a lo largo del año.

JARDIN

Fuente: cubtab

 

Qué plantas elegir

Hay muchas plantas que resultan adecuadas para un jardín en vertical, siempre que las condiciones de luz, humedad y temperatura sean adecuadas. Las plantas suculentas son muy populares porque no requieren muchos cuidados y son muy resistentes. Las plantas perennes son adecuadas si no quieres un jardín que requiera mucho mantenimiento, pero también hay quien aprovecha la oportunidad y transforma su jardín en un huerto vertical donde plantar hierbas aromáticas y especies comestibles como tomates o judías verdes. A la hora de elegir plantas para un jardín vertical hay que tener en cuenta la flexibilidad de su tallo. Las plantas de tallos muy rígidos crecerán de manera perpendicular a la pared, empobreciendo el aspecto del conjunto y aumentando su fragilidad. Sin embargo, las plantas trepadoras y de tallos menos leñosos crecen en cascada sobre la pared y le dan al jardín un aspecto muy atractivo.

El sustrato y el sistema de riego

La tierra de los jardines verticales se seca con facilidad y los sustratos de jardinería ayudan a mantener la humedad. Elige un sustrato de jardinería con el nivel de alcalinidad adecuado para las especies que quieres plantar. Si no quieres perder mucho tiempo, considera la posibilidad de instalar un sistema de riego. Los más sencillos consisten en una tubería de riego por goteo instalada en la parte superior y una cuidadosa distribución de los elementos que permite que el agua se vaya filtrando de arriba abajo. Con plantas con distintas necesidades de riego, las plantas que requieran más agua se situarán en la parte inferior, que es donde más se mantiene la humedad.

La jardinería es un arte que se aprende con la experiencia. Si se trata de tu primer jardín vertical, te recomendamos que empieces con un jardín sencillo. Compra una estructura ya preparada de tamaño no muy grande y elige especies resistentes que sean fáciles de sustituir. Una vez que tengas un poco de experiencia, podrás construir tu propia estructura y probar con diseños más complicados y especies más exigentes. Lo bueno de estos jardines es que incluso los diseños más sencillos resultan de gran vistosidad. Prueba suerte con la experiencia y compártela con nosotros en las redes sociales. ¡Manos a la obra!