La arquitectura sostenible tiene como objetivo reducir el impacto ambiental negativo de la construcción a lo largo de todas las fases de la vida de un edificio. Para conseguir esta reducción, la arquitectura sostenible presta especial atención a los materiales utilizados en su construcción, la energía necesaria para su mantenimiento y los residuos que se generan. A grandes rasgos, estos son los aspectos que caracterizan a un edifico construido según los principios de la arquitectura sostenible:

Materiales utilizados en la construcción

La arquitectura sostenible da preferencia a los materiales naturales de producción local, reciclados o reciclables, con un bajo impacto en el medio ambiente y en la salud de las personas. Estos materiales tienen la ventaja de ser duraderos y tener un índice mínimo de emisión de compuestos volátiles orgánicos, responsables del síndrome del edificio enfermo y de numerosos problemas de salud. Un ejemplo de estos materiales es la línea de pinturas Kerakover Eco, basadas en compuestos minerales orgánicos respetuosos con el medio ambiente.

Consumo reducido de agua y energía

Los edificios construidos de acuerdo con las recomendaciones de la arquitectura sostenible buscan una mayor integración con el entorno, aprovechando al máximo las fuentes de iluminación y termalización naturales y utilizando soluciones que reducen el consumo de agua y energía. Para conseguir esta reducción se estudia la orientación del edificio, su exposición, las fuentes de energía renovable disponibles y la eficiencia de los cerramientos y el aislamiento del edificio.

Reducción de los residuos

Para minimizar los residuos originados por un edificio, la arquitectura sostenible se fija en dos aspectos principales. Por un lado, busca la utilización de materiales de construcción que puedan reciclarse o reutilizarse una vez finalizada la vida útil del edificio. Por otro lado, hace hincapié en el diseño de sistemas que reduzcan y aprovechen los residuos generados por los habitantes del edificio, como los circuitos dobles de agua o la creación de sistemas de reciclaje de residuos o de compostaje.

Fotografía: Tom Chance from Peckham - flickr: Wind cowl chatter, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11884927

Fotografía: Tom Chance from Peckham – flickr: Wind cowl chatter, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11884927

Beddington Zero Energy Development, un ejemplo notable de arquitectura sostenible

La urbanización Beddington Zero Energía Development (BedZed), en el distrito londinense de Sutton, es un ejemplo de proyecto urbanístico basado en los principios de la arquitectura sostenible. Esta comunidad de viviendas sociales está integrada por 82 viviendas y 1405 metros cuadrados de oficinas y su construcción en 2002 ha servido de ejemplo para la edificación de otras ecocomunidades en todo el mundo. Más del 15% de los materiales utilizados en su construcción son reutilizados o reciclados y el 52% de los mismos son locales, producidos a menos de 70 km de la urbanización.

Pero en lo que destaca BedZed es en su espectacular aprovechamiento de energías renovables y la drástica reducción del consumo de energía y agua: la huella ecológica de esta comunidad  tiene un índice de 1,7, casi la mitad del índice medio británico que es de 3. Estas cifras se han conseguido gracias a sistemas de eficiencia energética integrados en todas las construcciones y a un modelo de comunidad basado en el ahorro común y el uso compartido de los recursos. Además de contar con una gran superficie de paneles solares, el agua se calienta de manera comunitaria y se distribuye mediante tuberías subterráneas que sirven como sistema de calefacción. Todas las viviendas cuentan con sistemas de aislamiento y ventilación de gran eficiencia y de reutilización de aguas grises y aprovechamiento del agua de lluvia. Existen proyectos de transporte comunitario y compartido y se promueve la utilización de medios de comunicación de bajo impacto ecológico.