¿Una casa con bajo consumo energético? ¡Ahora mismo! ¿Hay que meterse en obras para conseguirla? Entonces… a lo mejor dentro de un tiempo. Todos queremos reducir el consumo de energía y ahorrar dinero, pero algunas de las medidas necesarias para conseguirlo suponen una inversión inicial que no siempre estamos dispuestos a hacer. Hoy te ofrecemos una serie de medidas, con y sin obra, para reducir el consumo energético de tu hogar y empezar a ahorrar hoy mismo.

Climatización y aislamiento

La parte más importante del consumo energético de una vivienda viene de la energía utilizada en su climatización, tanto si es para calentarla en invierno como para refrescarla en verano. Un buen aislamiento de la vivienda evitará las pérdidas térmicas y reducirá el dinero necesario para tener una temperatura agradable. Además de las obras de aislamiento y cerramiento que implican obras, pueden tomarse otras medidas menos costosas como cubrir los suelos, utilizar cortinas aislantes, tapar los huecos y las juntas y utilizar adecuadamente las persianas y ventanas. También puedes probar a bajar un par de grados el termostato en invierno: probablemente tu confort térmico no cambiará pero lo notarás en la factura de la calefacción.

Iluminación

Un plan de iluminación adecuado, con distintos niveles que combinen iluminación general con iluminación focal y de ambiente, es una manera más eficiente de proporcionar luz a los distintos espacios de tu hogar teniendo en cuenta la actividad que desarrollas en ellos. Además, sustituir las bombillas normales por bombillas LED puede ahorrar hasta un 50% del consumo eléctrico.

Electrodomésticos

Elegir electrodomésticos de menor consumo ahora es muy fácil, ya que los fabricantes están obligados a proporcionar la información sobre su consumo en las etiquetas. Pero además de elegir electrodomésticos de bajo consumo, puede ahorrarse energía con una utilización correcta de los mismos. Lo mejor es leer las recomendaciones del fabricante pero algunos consejos generales son poner en marcha la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos, elegir programas que laven con agua tibia, en lugar de los que utilizan agua más caliente, e instalar interruptores para evitar el modo stand-by, que puede consumir hasta un 5% del consumo energético de tu hogar.

Agua caliente

Calentar agua para la ducha o la limpieza requiere una gran cantidad de energía. Independientemente del tipo de caldera que tengas. Para ahorrar agua (caliente o no) en la ducha, puedes instalar un aireador, que reduce hasta un 50% el consumo de agua. Además, los grifos termostáticos te permiten fijar la temperatura que quieres y no desperdiciar esos primeros minutos de ducha tirando agua caliente hasta que esté a los grados que tú prefieres. La lavadora y el lavavajillas pueden conectarse a la toma de agua caliente, en lugar de a la toma de agua fría, ahorrándote la energía que necesitas para los programas de lavado con agua caliente.

Algunas de estas medidas, como la instalación de ventanas más eficientes, o la instalación de recubrimiento aislante en las paredes, techo o suelo, pueden ser más costosas, pero está demostrado que suponen un ahorro a largo plazo. Además, no solo suponen un ahorro de dinero sino que contribuyen a un entorno más sostenible y a la protección de los recursos naturales. Te invitamos a que nos cuentes qué medidas tomas tú en la vida diaria para reducir el consumo energético y si has notado su efecto en tus facturas de energía.